La cocina de La Despensa
¿Qué entendemos por Cocina consciente?
La cocina consciente es el arte de preparar los alimentos de forma saludable, minimizando los riesgos para la salud que a veces implica la cocina tradicional. El arte culinario no es más que el arte de modificar y combinar los alimentos de manera que el resultado sea agradable a los sentidos, facilite la digestión y la asimilación de los nutrientes. Además del arte culinario, se busca un tipo de alimentación natural, consciente, energética y política. Una cocina repleta de valores , de amor y respetuosa con las personas, los animales y con la Madre Tierra.
La alimentación, como ya sabemos, es necesaria en todos los seres vivos y es por ello que debemos tener una equilibrada incorporación de nutrientes a nuestro organismo. El ser humano necesita materiales con los que construir o reparar su propio organismo, energía para hacerlo funcionar y unos reguladores que controlen ese proceso. Estos materiales forman parte, en mayor o menor medida, de los alimentos. La alimentación es un proceso que incluye la selección de los alimentos, su cocinado y su ingestión. También es fundamental en este proceso el dónde y cómo adquirimos esos productos. Nosotras, desde hace años, apostamos por el producto ecológico y local. El término ecológico se refiere a un producto o provisión obtenida mediante sistemas agrícolas ecológicos. Esta tendencia de producción agrícola es natural y no utiliza ningún producto químico de síntesis como pesticidas, herbicidas químicos, hormonas de crecimiento o fertilizantes artificiales. Este tipo de agricultura utiliza materiales orgánicos, naturales y reciclados además de trabajar bajo el principio de la rotación. No es una moda, se trata de una necesidad.
¿Habéis oído hablar de los transgénicos? Los transgénicos forman parte de este modelo de agricultura industrial. También se les conoce como Organismos Modificados Genéticamente (OMG), y son seres vivos nuevos, que no existían antes en la naturaleza, y que han sido creados en el laboratorio manipulando sus genes. Cada vez más datos científicos confirman los riesgos que suponen para la salud y el medio ambiente. España es el único país de la UE que apuesta por estos cultivos y más del 67% de los ensayos experimentales se realizan en nuestros campos. La propia administración se muestra opaca en las cifras de cultivo transgénico: el Gobierno y la industria dicen que hay 136.962 ha. de maíz procedente de la ingeniería genética en España, los datos de gobiernos autonómicos reducen esa cifra a 70.000 ha. Hay quienes justifican todo esto en aras de “acabar con el hambre” en el planeta, pero la realidad es que los cultivos modificados genéticamente no alimentan al mundo: el 99% de los agricultores no los cultivan, y el 97% de la superficie agrícola mundial sigue libre de ellos. La respuesta es la agricultura ecológica. Es decir, un modelo basado en una gestión sana de los recursos locales que beneficie a productores y consumidores. Alrededor de todo el mundo existen explotaciones agrícolas de agricultura ecológica que demuestran cada día que pueden proveer suficiente alimento, aumentar la seguridad alimentaria y generar mejor calidad de vida a agricultores y consumidores.
Por otro lado, tenemos el Comercio Justo, cuyo objetivo es mejorar el acceso al mercado de los productores más desfavorecidos y cambiar las injustas reglas del comercio internacional que consolidan la pobreza y la desigualdad mundial. Aquellos alimentos que no son producidos en España y tenemos que comprarlos de fuera, procuremos consumirlos de Comercio Justo.
Debemos fomentar el consumo de producto local, de comercio justo, de producto ecológico y ser dueñas de nuestra soberanía alimentaria. Tú decides qué y cómo comer, dónde consumir y a quién comprar.
-Reivindicando a través de la práctica en la cocina-