En desayunos, como aperitivo o para merendar, mojar pan de pita en aceite de oliva y después en la mezcla egipcia es un auténtico manjar.
Si no dispones de panes árabes, cualquier barra de las de andar por casa quedará rica rica. Para un picoteo informal, sirve en un plato el pan cortado en rebanadas finas, triángulos o bastones (en función del tipo de pan), en un cuenco un aceite de oliva virgen extra y en el otro el dukkah egipcio. Si quieres la versión súper healthy, puedes sustituir el pan por crudités. Pero hay mucho más. Prueba a añadirlo sobre el hummus, creará una primera capa llena de matices en sabores y textura. Puedes espolvorear sobre ensaladas, cremas o yogures. También se puede echar sobre verduras o carnes antes de cocinar para un toque crunchy. Te aseguramos un resultado de diez.