Anacardo natural

Anacardos crudo natural de calibre 240 y gran calidad.

Constituyen un alimento muy nutritivo. Este fruto seco, consumido como snack, tanto solo como en combinación con otros frutos secos, como almendras, cacahuetes o avellanas, aporta buenas cantidades de proteínas, vitaminas, minerales, hidratos de carbono y ácidos grasos beneficiosos para nuestro organismo. Estas grasas vegetales, junto con minerales como el potasio, controlan la presión arterial y poseen cualidades antiinflamatorias y vasodilatadoras, por lo que introducir los anarcados en una dieta saludable ayuda a prevenir enfermedades del corazón. Además, son buenas para las personas que tienen colesterol alto.

Los hidratos de carbono presentes en los anacardos (alrededor del 30% de su composición), son complejos, es decir, con un bajo nivel de azúcar y de asimilación lenta. Gracias a ello recibimos energía a lo largo de todo el día sin provocar peligrosos picos de glucosa y sin necesidad de picar entre horas. Esto es importante para aquellas personas que realizan una actividad física prolongada, tanto deportiva como laboral, y para las que sufren problemas de diabetes.

Otro de sus puntos fuertes son sus proteínas de origen vegetal, que incrementan la musculatura y la mantienen. Aquí también tenemos que hablar de un músculo vital como el corazón, ya que una alimentación pobre en proteínas debilita su funcionamiento y reduce el grosor de sus paredes. Consumir anacardos cuatro o cinco días por semana, por lo tanto, nos ayuda a mantener nuestro cuerpo mucho más activo y nuestro corazón más sano.

Los deportistas encontrarán en los anacardos un buen aliado, ya que a todas las propiedades mencionadas tenemos que sumar su alto contenido en cobre, que ayuda a recuperar los electrolitos perdidos durante la actividad física. Estos frutos secos también son recomendables para los estudiantes debido a que el magnesio estimula la actividad cerebral. No menos importante son otros minerales como el fósforo, que fortalece los huesos y los dientes, el selenio, el zinc o el manganeso.